DATOS TÉCNICOS
DIFICULTAD: FUERTE
DISTANCIA: 16 Km.
Positivo 760 m. Negativo 1240
m.
HORARIOS: 7 h.
TRACK:
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COMO
LLEGAR
Empezamos la ruta en el
Puerto de Aralla en el P.k. 15,5 de la LE-473 que une la localidad de La Pola
de Gordón con el embalse de Barrios de Luna, en la provincia de León.
Recordar que se trata de una
travesía, y en nuestro caso nos va a buscar un autobús al final de la ruta, en
la localidad de Cabornera.
LA
RUTA
Empezamos desde el puerto de
Aralla a una altura de 1.536 m. Este espectacular mirador, con vistas al embalse de Luna, marca la
divisoria entre las comarcas de Luna y Omaña, reservas de la biosfera del
alto Bernesga.
El día no invitaba a dar un pateo por el monte, al
iniciar la ruta caía una ligera nevada y soplaba un viento gélido. Aun así los
51 excursionistas iniciaron la marcha en suave ascenso por la pista, que hacia
el sur, recorre el circo del arroyo de
Valmeán hasta llegar al collado que separa los cordales de las Sierras de
Pedroso y la Peña de las Cuevas.
Desde aquí subimos al Cerro Pedroso (1914 m), en
este tramo, pisando una ligera nevada de unos 5-10 cm. Las nubes no nos dejaron
disfrutar de las vistas, pero si de las cimas y valles nevados. Tras un breve
descanso en su cumbre, avistamos nuestros siguientes objetivos: el hayedo de la
Boyariza y el robledal de la Huerga. Su magnífico contraste de colores en esta
época dan fe de dos de los bosques más famosos y bonitos de la vertiente
leonesa de la Cordillera Cantábrica.
Iniciamos el descenso, sin un camino claro, tapado
por la nevada hasta llegar a una pista que nos lleva a un pequeño refugio de
montaña. La ruta va en dirección este, recorriendo valles y cruzando colladas y
arroyos que se precipitan hacia el norte hasta juntarse con el Rio Casares.
En estos valles se enclavan, en las laderas norte,
frondosos hayedos con los colores
otoñales en plena efervescencia. Nos adentramos en el conocido hayedo de la
Boyariza.
Seguimos por pequeñas sendas transitadas por el
ganado y viejos caminos de los pastores, en muchos casos perdidos y en esta
ocasión llenos de barro gracias a las bienvenidas lluvias de los últimos días. Entre prados, hayas, avellanos y multitud
de cañones y riachuelos llegamos a el último
tramo de la ruta.
Un bonito robledal que nos deposita en la captación
de aguas de Cabornera, y ya por una pista sin perdida hasta este pequeño
pueblo, famoso por sus fuentes de agua medicinal, sus embutidos ahumados y sus
alojamientos de turismo rural.
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