Picu Urriellu: Directísima

Cuando te proponen un reto que supera con creces tus expectativas, pero te encuentras bien para afrontarlo y además el compañero te da la confianza y complicidad necesaria, pues todo sale perfecto. Sufriendo y Disfrutando, pero llegar a la cima del Urriellu después de una actividad como esta, habiéndola resuelto con eficiencia y disfrutando de la escalada, es muy difícil de describir las sensaciones.


Esta ha sido mi tercera vía por la oeste del Urriellu, una de las paredes más emblemáticas de la escalada en roca de la península. Tres aventuras, cada vez con un compañero de cordada y las 3 muy especiales. Pero esta es de esas que te llenan porque recorres la pared por todo el centro y como su nombre dice de una forma “Directísima”.

La aventura la he compartido con Ramon Cifuentes como compañero de cordada, entendiéndonos perfectamente, de una forma ágil y alternando largos. Además contento porque también compartimos con Rubén y Willy estos días, su particular aventura, escalando la vía “Cepeda”. Un gran reto que también solventaron con mucha eficiencia. Enhorabuena! Chavales!!

En una vía exigente especialmente en sus 3 primeros largos, donde para escalarlos en libre y a vista, desde mi punto de vista hay que ser una máquina, especialmente el 3º. Aún así yo no recomendaría ir con un grado de 6a+/Ao, como señalan las reseñas, ya que aunque la vía es bastante segura, te obliga a escalar más grado para no ir arrastrado y penando en casi todos los largos.

Lo más característico de esta vía, que fue abierta en artificial, son sus singulares seguros. Conocidos como “P”, la vía esta muy equipada y hay que saltarse muchos de ellos, ya que sino necesitaríamos mas de 20/25 cintas. Las P son una especie de clavos colocados como buriles, de los que desconozco su longitud dentro de la roca. Dan bastante buen rollo, pero no sé cómo soportarían una caída fuerte. Nosotros hicimos la vía con 14 cintas, pero en algún largo hubiéramos agradecido un par de ellas más.

Respecto a las reuniones, hay de todo, el primer tramo hasta la travesía de la Rabada, la vía es rapelable, con reuniones de parabolts con anilla. A partir de ahí las reuniones, son de “P”, clavos y puentes de roca, salvo la penúltima común con la murciana que vuelve a ser de parabolts con anilla.

Otra característica reseñable es la longitud de sus largos, superando la mayor parte de ellos los 50/55 m., por lo que requieren de continuidad en la escalada y gestión del material para no pasarlo mal.

La vía se puede dividir en 3 partes:

La primera del L1 al L3, son los más exigentes de la vía. El primer largo, en su primer tramo está limpio y tiene un paso difícil a mitad de diedro, que además te pilla frio y con la cabeza pensando en todo lo que queda por delante, es un paso obligado cubierto por alliens donde hay que apretar.  El L2, de los duros es probablemente el más asequible, y te deja escalar en libre varios pasajes, pero encadenarlo a vista ya es otra historia. Y del tercero que decir… yo no sabía ni por donde cogerlo y solo salir de allí acerando todo lo posible, resultaba duro.

A partir de ahí con un grado asentado de 6b lo disfrutas como un enano. Del L4 al  L7, son unos muros compactos de roca soberbia, donde siempre tienes una buena presa para coger, más grande o más pequeña, navegando por la pared, gestionando el cansancio, apretando y disfrutando de la escalada como pocas veces. Estos largos son evidentes y están bastante equipados.

Y del L8 al final baja la dificultad, pero no la calidad de la roca ni el ambiente. Muros compactos con mas canto, pero mas expuestos, con menos seguros fijos y difícil protección, y donde la navegación y orientación son importantes.

Un hándicap que nos hizo más duro la parte final de la vía fue el calor y el implacable sol que desde la travesía de la Rabada nos apretó con fuerza, con los pies recocidos y ni una triste brisa, que unido a que el agua se nos acabó a 3 largos del final, hicieron aún más dura la actividad. Aun así, la salida a la cima fue emocionante y reconfortante, olvidándote de estas penurias y disfrutando en soledad de esta emblemática cima.

En el descenso conocimos una de las nuevas líneas de rapeles para evitar los rapeles de la Sur directa de los Martinez, que estaban bastante concurridos. Y llenamos el bote del “karma” para una temporada, ayudando a unos compañeros colombianos que se habían quedado sin cuerdas, por unos enganches en el agujero de la Cepeda, y a los que invitamos a bajar con nosotros. Retrasando aún más la ansiada agua, pero a la sombra ya se veía todo de otro color.

  

Tenéis toda la información sobre COMO LLEGAR y APROXIMACIÓN, en otra entrada del blog en las que escalé por primera la oeste del Urriellu.

 

La aproximación la hicimos el viernes, después de salir de trabajar y el largo viaje hasta Sotres. Ojo porque en estas fechas el acceso a la Majada de Canero está muy limitada en plazas, nosotros tuvimos suerte y por las horas a las que llegamos ya no estaban los controladores y al llegar cogimos la única plaza que quedaba libre. En este enlace tenéis la información de estas posibles limitaciones, en función de las fechas.

En una incómoda y empapadora niebla subimos hasta el Refugio del Urriellu, donde afortunadamente no había niebla y donde pudimos ver por primera vez nuestro objetivo. La noche la pasamos al raso en los alrededores del refugio.



DIRECTÍSIMA. 550 m.  7b (6b/Ao obl)   

Abierta por Miguel Angel Garcia Gallego, Carlos del Campo, Mariano Cantabella y Juan Carriello en 1974.

Unos 550 metros repartidos en 11 largos, con un grado máximo de 7b+ en libre, y obligado desde mi punto de vista de 6b/+ - Ao. Ya que en el L3 y en el L6 con grado de 6a+ lo vas a pasar mal.

La vía está equipada bastante equipada con “P”, pero en todos los largos salvo en el L2 meteremos algo. Las reuniones están equipadas con parabolts con anillas hasta la travesía de la rabada, y “P” y clavos las demás. Casi todas las reuniones son colgadas.

La calidad de la roca es excepcional, salvo el final del primer largo. Muro compacto y vertical de agujeros.

 


 MATERIAL

Doble cuerda de 60 m.

14/16 cintas (varias largas) (nosotros con 14 echamos en falta alguna mas)

 Juego de Friends hasta el 3# (nosotros repetimos el 0,75)

Alliens, rojo, amarillo verde y azul  (nosotros repetimos rojo y amarillo)

Juego de fisureros (pequeños)


El pie de vía se sitúa unos metros a la derecha de la rampa de acceso de la Murciana, bajo un marcado diedro coronado por un techo.

L1, 7a, 50 m., Comenzamos  por un vertical diedro fisurado en autoprotección. La fisura por lo general tiene canto, y se protege bien, salvo un paso a mitad de diedro, sobre presa roma con un paso apretón, sobre 6b este tramo de diedro desde nuestro punto de vista.

El diedro nos lleva hasta situarnos bajo un desplome, que evitaremos por la izquierda. Un spit cubre el paso de bloque para enganchar la laja. Ojito de donde tiramos por que la laja por la derecha esta totalmente suelta. En la laja hay un clavo suelto, no sale del todo pero esta completamente suelto. Con sutileza nos incorporamos por la izquierda de la laja hasta una primera P. Aquí los seguros no están cerca y obligan a escalar, y a meter algo intermedio.

La parte final del largo es una fina placa con pequeños agujeros cubierta con 2 P más. La R son parabolts con anillas.

L2, 7a+, 55 m., Magnífico muro vertical y compacto. Difícil de encadenar a vista y en libre. Esta muy equipado con P, hay que saltarse muchas para llagar con cintas arriba. Para hacerlo en libre hay que salirse de la línea de P. Se va dejando, pero como digo encadenarlo es otra historia. La R son parabolts con anillas.


L3, 7b, 55 m., Similar al anterior, pero bastante mas difícil. Muy equipado con P, pero hay que escalar para llegar de una a otra. Encadenarlo a vista y en libre esta fuera de mi alcance.

La parte final del largo es una fisura que requiere autoprotección. La R son parabolts con anillas.

 


A partir de aquí el grado se relaja un poco, y se puede disfrutar, con un grado a vista de 6b/+, como un enano del resto de la vía.

L4, 6b+, 50 m., Muro vertical de agujeros muy mantenido. Siempre agarras presa buena, mas grande o mas pequeña. Largo de continuidad, en el que si sabes buscar reposo se encadena bien. Completamente equipado con P, de las cuales tendremos que saltarnos bastantes. prácticamente 1 de cada 2. La R son parabolts con anillas.

 
L5, 6a+, 50 m., Muy similar al anterior, pero algo más fácil. Este largo aunque tiene varias P, requiere de autoprotección. La R son parabolts con anillas, en una pequeña repisa en la travesía de la Rabadá.

L6, 6c, 45 m., Muy buen largo, algo más exigente que los anteriores, semiequipado con P, que alejan bastante entre sí en los tramos algo más fáciles, y donde no siempre es fácil autoprotegerse.

Hay que escalar tranquilo y moverse, sobre todo en los primeros metros, desde la R vemos un clavo en un alaja a la derecha, desde aquí hay mucho aire hasta la siguiente P y no es fácil de proteger. Los pasos duros cubiertos con 2 P, y de nuevo otra navegada hasta un cordino en muy mal estado y varias P por encima. Largo mantenido hasta la R de 2 P en vertical con maillones  y un cordino azul y un puente de roca a su derecha.

L7, 6b, 45 m., Largo de muro compacto con 3 clavos y algún puente de roca, pero en el que es necesario buscar emplazamientos para autoprotegerse, y no es fácil. La escalada es agradable. La reunión en una repisa inclinada con 2 clavos, bajo un diedro.

L8, V+, 55 m., Comienza por un diedro de filos romos con un par de clavos alejados, en el primero no entran mosquetones, nos apañamos con un fisurero, tras el segundo que tiene un cordino alargándolo, hay un paso perro de pies para salir del diedro. Desde mi punto de vista más difícil y obligado que alguno de los muros compactos que hemos pasado, V+ muy ajustado.

El resto del largo disfrutón. Muro compacto con mucho canto y alguna P hasta una R de 2 P, que pasamos de largo y tras 10/15 m. en diagonal a la derecha, por lo que se ve mas evidente en autoprotección hasta otra R común con “Soy un hombre nuevo” de 3 P en las que es difícil meter mosquetones en 2 de ellas.

L9, IV+, 60 m., En la vertical de la R por una especie de canal de muro de huecos, con bastante canto. Largo de autoprotección, nos acercamos a la Laja España, sin necesidad de tocarla hasta lo que seria Cataluña, 60 m hasta una repisa con 2 clavos para la R.

Nosotros por desconocimiento y siguiendo un poco la intuición, en estos 2 últimos largos nos juntamos con los largos finales de la Murciana, la  Directisima debe salir mas en la vertical de la reunión. Por lo que me han comentado, el L10 tiene un clavo cuando sales de la R de clavos y nada mas hasta que llegas a la R de dos parabolts sin argollas ( que de hecho la vimos al llegar a la R de parabolts con anillas de la Murciana, que queda algo mas alta). El L11 sale recto y tiene 2 clavos  y a tope de cuerda llegas a la cresta, con un spit donde montarias la R.

Las vías deben de ir muy cerca, pero nosotros nos fuimos un poco mas a la izquierda.

L10, V+, 55 m., En diagonal a la izquierda por una especie de vira poco marcada con un clavo. Se nos abre la vista a un muro compacto con muchas posibilidades. Un cordino nos marca el camino. Bastante canto, pero difícil protección. Se tiran muchos metros sin posibilidad de meter nada hasta que vemos un parabolt que nos indica que vamos bien. Por encima unos 15 metros vemos la R, en la misma tónica, buena presa y difícil protección. reunión de parabolts con anillas común con la “Murciana”

L11, V, 70 m., A la derecha de la R hay un cordino, pero volvemos hacia la “chorrera” de huecos en la vertical, en autoprotección. Hasta el final de la “chorrera” donde vemos varios clavos, seguimos unos metros en vertical y hacemos travesía a la derecha por una repisa, para escalar el marcado diedro que se intuye desde la R. Las reseñas que llevabamos lo marcaban de esta forma, pero La Murciana sale directa hacia arriba, hasta una reunion de parabolts con anillas.

El Diedro es romo también y hay que pisar. Antes de salir de la vertical, ya en una zona repisada, hay un parabolt en el que montamos la R.

 

Desde aquí salimos andando a la cima.


DESCENSO

El descenso se realiza por la vertiente sur. Salimos andando de la cima principal hacia la cima Este por la arista, siguiendo unos hitos. Cuando ya vemos la vertiente sur, hay varias canales destrepables. Cogemos la segunda, a la altura de un hito grande. El destrepe es fácil pero hay que tener mucho cuidado de no tirar piedras para abajo. Destrepamos hasta que se abren unas llambrias a nuestra izquierda que cruzamos en travesía. En una plancha de caliza esta la instalación de los rápeles.

Recientemente se han equipado 2 líneas de rapeles a mayores de la mas conocida de la Sur Directa, para evitar aglomeraciones.

Como cuando llegamos estaban ocupadas estas, conocimos la línea que comienza unos metros por debajo del agujero de la Cepeda


RAPELES SUR DIRECTA DE LOS MARTINEZ

Se rapela en 3 rápeles, (hay 2 líneas de rápeles paralelas)

1º rapel: 35 m. desde la R5 a R4

2º rapel: 55 m. desde la R4 a R2

3º rápel: 55 m. desde la R2 al suelo

 

RAPELES AGUJERO DE LA CEPEDA (Medidas aproximadas)

1º rapel: 15 m.,  rapel muy corto, mejor con una sola cuerda, evitable empalmando con el siguiente (ojo a la recuperación)

2º rapel: 45 m.

3º rápel: 50 m.

3º rápel: 60 m. Los últimos metros con tendencia a la izquierda, nos depositan en unas repisas desde las que ya podemos destrepar. Cabe la posibilidad de hacer un rapel más, en la vertical de la línea de rapeles

 

  

1 comentario:

  1. Primera repetición en Diciembre 1977 en dos días, vivaqueando en la gran travesía. Fernando de la Rosa, Pilar Frias, Juan Carlos Cardero y Eduardo Benede.

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