Tibigracias

“Tibigracias” es una bonita fácil y sorprendente cueva que hay en la comarca del Alto Curueño, en el norte de la provincia de León.

En esta misma comarca y muy cerca de esta, existen otras muchas cuevas y simas. las más destacables las podéis consultar en el libro CUEVAS Y SIMAS DEL ALTO CURUEÑO, de Ángel Fierro. En el blog tengo reseñadas las cuevas de El Arenal y Lendreras

Tenía ganas de conocerla desde hacía mucho, pero también tenía entendido que para poder acceder era necesario pedir las llaves de una verja en el pueblo de Valdeteja, lo que complicaba el tema burocrático, y por eso tampoco nos habíamos molestado.

Este verano me acerque con Lorena y Yul a su entrada principal, la había visto cientos de veces al cruzar las Hoces de Valdeteja, y al llegar a la zona de la entrada, lo primero que me sorprendió fue un agujero. Nos asomamos un poco y vi que tenía mucha continuidad… Al llegar a la verja, y mirar hacia dentro, veo que hay luz en el fondo... Coño! Pero si la luz entra por el agujero!  por curiosidad me meto con el teléfono... y tal cual! He accedido a la cueva sin necesidad de abrir la verja. Se lo comento a Ramón Cifuentes, que también es fanático de la espeleología y buscamos un día para poder ir a conócela, aprovechando la mañana escalando en el cercano “Arco de Valdeteja” que Ramón tampoco conocía.


COMO LLEGAR

Tibigracias se encuentra en las faldas del Cueto Ancino (1.733 m.) y a la orilla del Rio Curueño. Con acceso desde el Antiguo Camping del Cueto Ancino, en las Hoces de Valdeteja.

Se accede por el Valle del Curueño, desde la localidad de La Vecilla en dirección norte, por la  LE-321 cruzando las Hoces de Curueño. A la altura del P.k 27,8 llegamos a un puente sobre el rio Curueño, con acceso a una antigua majada de pastores, “Los Caseríos” y el antiguo Camping. A la altura del puente se puede estacionar, pero hay un apartadero más amplio unos 200 metros antes en la misma carretera.

https://goo.gl/maps/2AUefknfDHr9LPLL7


APROXIMACIÓN

Tenemos 2 opciones, siendo el caudal del rio Curueño el que limite la primera de las opciones,  más corta:

1.    CRUZANDO EL RIO, Desde la zona de aparcamiento, iremos andando por la carretera en dirección La Vecilla, hasta situarnos frente a la entrada de la cueva, a la altura del Arroyo del Fito, destreparemos fácil hasta el cauce del rio y lo cruzaremos (valorar el caudal). Ascendemos por la otra orilla hasta la verja. El agujero de acceso libre está a nuestra izquierda.

2.    2. ANDANDO POR EL CAMINO, Desde la zona de aparcamiento, iremos andando hacia el puente sobre el rio Curueño, que cruzamos y seguimos el camino asfaltado hacia “Los Caseríos”. Los cruzamos por completo y tras cruzar una valla, continuamos por un camino arenoso, hasta una bifurcación, donde lo abandonamos por una senda bastante marcada paralela al Arroyo del Fito en dirección hacia el Rio Curueño. Poco antes de llegar al rio bajaremos por una zona abierta hacia el cauce del Arroyo, donde hay un cómodo paso del mismo, y tras ascender unos metros llegamos directos al agujero de acceso libre, unos metros mas adelante, hacia el rio esta la entrada con la verja.





TIBIGRACIAS

Material necesario: Casco, Frontal y Neopreno.

Desarrollo: 1050 m.

Desnivel: + 40 m.

 


La cueva me sorprendió mucho, me imaginaba una cueva muy fácil y monótona, pero que va! Es divertida, variada, con formaciones muy llamativas, galerías fósiles, estalactitas, finos macarrones, pasillos inundados, sifones, gateras, y trepadas. Respecto a las formaciones, varias son muy espectaculares, con cortinas que emergen del techo, coladas, y el pasillo principal que parece estar excavado como una bodega a golpe de cincel. Y en varias salas los conos de derrubios cubiertos por una fina capa de calcita, con un color achocolatado de gran belleza.




Nada mas entrar en la cueva nos damos cuenta de que no va a ser un paseo, dos estrechas gateras, sobre todo la segunda, nos harán arrastrarnos sobre cantos rodados. Enseguida el pasillo toma grandes dimensiones y llegamos al curso activo, tras un pequeño destrepe.


El mayor desarrollo de la cueva va hacia la derecha, en dirección contraria al curso del agua.

Pero hacia la izquierda tenemos un pequeño tramo de galería que a gatas nos introduce en una galería inundada hasta que se sifona.

Volvemos sobre nuestros pasos y comenzamos el recorrido principal, un precioso pasillo excavado sobre la roca, que en algunos tramos alcanza los 20 m. de altura. Tallado en forma de escamas (difícil de encontrar explicación), con el lecho rocoso y el agua cristalina corriendo sobre el. Y preciosas formaciones en los laterales y en el techo.


Llegamos a un paso donde el pasillo se vuelve un tubo, y donde casi nos tendremos que mojar por completo. Pasando por salas cubiertas de una calcita que parece chocolate.

A partir de aquí la cueva es mas caótica, con varios derrumbes, bloques y galerías fósiles que merece la pena visitar, con la estalagmita mas grande que veremos en toda la cueva, y que solo veremos si nos metemos en esta galería fósil, con una trepada delicada sobre arcillas.



Trepadas delicadas, nos van dando acceso al resto del recorrido de la cueva, viendo por debajo de nuestros pies el curso activo del agua, hasta que finalmente se ciega por diferentes derrumbes.

La vuelta la hacemos sobre nuestros pasos, visitando pasillos que en la ida habíamos dejado sin ver… y que se unen de nuevo con el pasillo principal.

Un preciosa experiencia, muy recomendable.



 

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