La Senda de la
Cascada de la Fervencia en Foncebadón (León)
“El Rumor Escondido” es una fácil y muy bonita ruta de senderismo.
Hemos ido a conocerla por casualidades de la vida. Esta
semana pasada vi unas fotos de esta ruta en el Facebook de un amigo, y el
viernes en la carnicería otro amigo me comentó que habían estado allí. Era un
señal de que había que irla a conocerla.. jeje…
Así que este
Domingo de tiempo inestable, era un día perfecto para ir a conocerla. Y no nos
ha defraudado para nada, una preciosa senda entre robles, pinos, acebos y
brezos, para llegar a la Cascada y un retorno por cortafuegos y sendas perdidas
muy coloridas y con paisajes muy chulos. Y con un día con un tiempo perfecto de
sol, calor, y cuatro gotas durante la
ruta y que posteriormente se convirtieron en fuertes chaparrones cuando ya estábamos
comiendo bajo techo.
Actualmente la
ruta esta preciosa por la variedad de colores, verdes, marrones, y morados de
los brezos en flor, el rumor del agua acompañando durante buena parte de la
ruta y los pájaros piando por todos los lados, y 3 corzos que se nos cruzaron
al inicio, hace de esta ruta un bonito paseo que hemos disfrutado muchísimo
Lorena, Yul y yo.
Me imagino que
en otras épocas este diferente pero igual de bonita, con otras tonalidades en
el paisaje.
No teníamos mucha
información de la misma, solamente una foto en el teléfono de un plano con la ruta marcada. Además la ruta
en general no esta muy señalizada. Sobretodo al inicio en el que el camino no
es muy evidente. Hasta que encuentras la senda hay que andar un poco listo. Y
en el retorno, que nosotros hicimos una variante diferente a la mayoría de los
tracks que posteriormente he visto en el wikiloc, ya que nos metimos por un
cortafuegos previo por error, pero al final salimos al mismo sitio, y creo que
por una zona mucho mas agreste y bonita que la ruta normal que va por pistas
entre pinos.
Yo os describo
la ruta tal y como la hicimos nosotros.
Y para rematar
os recomiendo comer o tomar algo en la Taberna de Gaia , en
Foncebadón, en la misma carretera a 200 metros de donde aparcamos, con buena
comida y un ambiente medieval que merece la pena visitar.
COMO LLEGAR
Desde Astorga (León) por la LE-142.
Pasaremos las localidades de Castrillo de los Polvazares (que bien merece una
visita), Pedredo, Santa Colomba de Somoza, Rabanal del Camino y tras 27,5 Km
llegaremos a la localidad de Foncebadón.
En la entrada de la localidad hay un
camino a mano derecha, con una señal de madera que indica la ruta y donde
podemos estacionar.
DATOS TÉCNICOS
DIFICULTAD: FACIL
DESNIVEL: Positivo 300 m. Negativo 300 m.
HORARIOS: 2 h 30 min.
TRACK: Descárgate aquí el TRACK
LA RUTA
Iniciamos la ruta junto a la señal de
madera que indica la ruta, por el camino donde hemos estacionado (que es el
camino de Santiago) pegados a un vallado ganadero.
Las únicas 2 señales que vimos de la ruta
(verdes y blancas) están en las torretas de la luz. Tras pasar la primera
torreta cruzamos al vallado, actualmente sin ganado, y por el prado vamos hacia
otra torreta de hormigón que tiene otra marca verde y blanca. Continuamos por
el prado sin senda alguna.
Hay que ir en dirección a una mancha de Robles, y
según nos vamos acercando, veremos unas cintas de obra (negras y amarillas) en
las ramas de los robles y en el suelo algún jito de piedras. A partir de aquí ya
no tiene perdida. Iniciamos el descenso por una senda bien marcada, entre jóvenes
robles que han sido podados y clareados recientemente. La senda es preciosa,
bajaremos por la derecha orográfica del Arroyo de la Molina, entre robles de
mayor porte, algún acebo y otras especies.
Cruzaremos el cauce del Arroyo y así
continuaremos ahora por la izquierda orográfica, metidos en el bosque de
robles, con el rumor del agua que nos acompañad durante todo el descenso, hasta
una verde pradera el “Prao la Molina” donde confluye otro arroyo por nuestra
izquierda.
Cruzamos de nuevo el cauce y veremos primeramente un cartel indicativo de la flora y fauna de la zona. Volvemos a cruzar el arroyo por encima de unos palos en una zona hormigonada y llegamos a una señal que nos indica a la Cascada de la Fervencia.
Hasta aquí el terreno es muy fácil, a partir de aquí y para llegar a la parte baja de la Cascada, es un poco más delicado y donde es fácil resbalar, pero sin mayores complicaciones. La Cascada no especialmente grande, pero es un rincón, escondido, y con encanto, con varias pozas y pequeños saltos de agua encadenados que se pierden en el frondoso bosque.
Cruzamos de nuevo el cauce y veremos primeramente un cartel indicativo de la flora y fauna de la zona. Volvemos a cruzar el arroyo por encima de unos palos en una zona hormigonada y llegamos a una señal que nos indica a la Cascada de la Fervencia.
Hasta aquí el terreno es muy fácil, a partir de aquí y para llegar a la parte baja de la Cascada, es un poco más delicado y donde es fácil resbalar, pero sin mayores complicaciones. La Cascada no especialmente grande, pero es un rincón, escondido, y con encanto, con varias pozas y pequeños saltos de agua encadenados que se pierden en el frondoso bosque.
Retornamos
por el mismo camino hasta la verde pradera y cogemos el camino de nuestra
derecha que nos adentra en el robledal. Enseguida el camino gira bruscamente y al
poco se convierte en un cortafuegos desde el que divisamos desde arriba el
valle por el que hemos descendido y por donde discurre el Arroyo de la Molina.
Subimos
por fuerte pendiente por este cortafuegos. En este punto fue donde nosotros nos
confundimos. Sobre el plano veía que nos teníamos que desviar del cortafuegos a
la izquierda, pero yo me adelanté, y en un antiguo cortafuegos, muy cerrado actualmente
por brezo y pinos jóvenes, pero en el que se intuía una senda nos metimos. La
ruta normal continúa por el cortafuegos unos metros más, y creo que es siempre
por buena pista.
Pero
nuestra confusión nos llevo por una preciosa senda, en algunos tramos muy cerrada
por los brezos en flor, entre robles, pinos y el colorido de los brezos. La
senda se abre en varios tramos y se anda bien, siempre en sentido ascendente,
con varios miradores sobre el valle que tenemos a nuestra izquierda.
Cruzaremos
un pequeño arroyo y subiremos por una pendiente mas pronunciada pegados a un robledal,
por otro antiguo cortafuegos completamente tapado por urzes de gran tamaño, aquí
es mejor abandonar la senda (que seria el cortafuegos) y continuar metidos por
el robledal, bastante mas limpio y cómodo de andar. Así llegamos hasta un gran
cortafuegos mas limpio.
Este cortafuegos se bifurca (podríamos ir por cualquiera de los dos ya que al final te llevan al mismo sitio), nosotros fuimos por el ramal de la izquierda, mas cerrado, por una senda medio tapada por pinos jóvenes y con un par de grandes ejemplares de pinos caídos cruzados en el cortafuegos. Vamos ladeando por la parte alta del Valle Seco, por la derecha tenemos un pinar y por la izquierda un robledal.
Y así llegamos hasta una confluencia de caminos donde nos juntaríamos con la ruta normal y donde se encuentra un centro de transformación de Iberdrola.
Este cortafuegos se bifurca (podríamos ir por cualquiera de los dos ya que al final te llevan al mismo sitio), nosotros fuimos por el ramal de la izquierda, mas cerrado, por una senda medio tapada por pinos jóvenes y con un par de grandes ejemplares de pinos caídos cruzados en el cortafuegos. Vamos ladeando por la parte alta del Valle Seco, por la derecha tenemos un pinar y por la izquierda un robledal.
Y así llegamos hasta una confluencia de caminos donde nos juntaríamos con la ruta normal y donde se encuentra un centro de transformación de Iberdrola.
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