Taghia, Oujdad: Baraka

Sin duda la actividad más cañera que hicimos en este viaje a Taghia fue el día que escalamos Baraka.

Por la vía, la más larga en metros y horarios (680 m. de recorrido), y por la aproximación y descenso, también los más largos y sin duda los más espectaculares de las vías que hicimos, especialmente el tramo del Cañón que separa el Oujdad y las verticales e infinitas paredes del Tagoujimt N’Tsouïant, por donde discurren vías como la mítica “Babel”. Y su increíble paso bereber, el Passage Amazigh, apuntalado en la pared, con ambientazo sobre el Cañón.

Además, con esta vía hicimos cima en el Oujdad, con lo que conocimos otra cima que alcanza los 2.695 m. de altitud. El Oujdad es la cima más cercana al pueblo de Taghia, siempre presente cuando salíamos a la terraza de la Guite, aunque la que vemos es su vertiente norte, y Baraka discurre por su vertiente Sur/Suroeste.

Respecto a la escalada, también fue la vía más exigente de las que hicimos, especialmente sus 6 primeros largos, con escalada fina sobre placas finas de presa pequeña que hay que navegar. Aunque tiene una dificultad máxima de 7b, este largo se supera en Ao teniendo que apretar en libre algún pasito para llegar al parabolt. Pero el primer largo (6b) y el sexto (6c) me parecieron especialmente finos y difíciles. El resto de la vía más asequible, de escalar con alegría y rápido, y teniendo que autoproteger algo. Es una vía muy larga, de muchos metros, y no te puedes dormir, y menos en las fechas que fuimos nosotros, con las horas de luz justas para hacer la actividad.

En nuestro caso salimos de noche de la Gite y llegamos de noche, y creo que la hicimos con bastante soltura.

Esta actividad la compartimos con los compañeros del Equipo de jóvenes Alpinistas de Asturias, y mientas Kico, Pablo y Nacho escalaban una vía paralela “Le dernière Liberté”, nosotros compartimos vía con Joaco y David, que iban por delante y con los que compartimos el poco evidente descenso, que ellos conocían en parte. En este descenso nos encontramos con 2 pastores bereberes, en un sitio de muy difícil acceso, cortando hierba para sus cabras. Ellos nos ayudaron a encontrar el rapel, en una zona donde los destrepes ya eran delicados. Alli estaban cargando sacos, superamables, incluso nos invitaron a que entráramos en su refugio y tomáramos un té. Algo parecido a la hospitalidad que tenemos nosotros con los extranjeros que podemos encontrar en nuestros pueblos o ciudades, y que miramos con desconfianza. Como para invitarles a entrar en nuestra casa sin estar nosotros… otra cultura, otra gente… sin prejuicios…y dándote lo poco que tienen sin pensarlo.


APROXIMACIÓN

Sin duda la aproximación más espectacular de todas. Desde la escuela bajaremos por la pedrera que forma el cauce seco del arroyo, para cruzar por encima de unos palos al otro lado del rio. Desde allí sale un marcado camino que asciende hasta una collada visible desde el pueblo. Si elegís alguna vía de la pared norte en esta zona hay que desviarse de la senda a la izquierda. 

Si son las vías de la vertiente oeste continuamos por la senda que se adentra en el Cañón, a media altura con unas vistas impresionantes de este “barranco”, y donde no te puedes despistar porque la caída es fatal. Tras un  tramo de ladear y ascender nos pegamos a la pared del Oujdad, y viene el paso más espectacular de los que conocí en este viaje. El paso Amazigh, un paso bereber construido con palos y piedras (y actualmente estacas de hierro barrenadas en la roca), sobre una pared vertical, con mucho ambiente. Sencillamente espectacular.

Baraka comienza pocos metros después del paso bereber, justo donde la senda se separa definitivamente de la pared.

Esta senda continua hasta el sector de Tadrarate, pasando por un refugio de los pastores que conocimos.

 

BARAKA. 680 m. 7b (6b obl)

Abierta en el 2000 por Robert Gentili y Bernard Duterte.

MATERIAL: Para esta vía es necesario llevar de autoprotección, especialmente para la segunda mitad de la vía. Nosotros empezamos a utilizar material a partir del L9. friends del #0,5 al #2 y 16 cintas.  

Unos 680m repartidos en 15 largos


L1, 6b+, 40 m. Para empezar la mañana, no está nada mal. Largo exigente de placa, con una entrada con alegría y poco cómoda y un paso final fino filipino y obligado.

L2, 6b, 45 m. Mas agradable que el anterior, con más canto y más fácil de escalar.

L3, 6b+, 50 m. Placa vertical de gota de agua y roca excepcional.

L4, 7b (6b/Ao), 20 m. Ni nos lo planteamos intentarlo escalar en libre. Nos habían comentado que estaba bastante lavado y quedaba mucha vía por delante. Se hace bien en Ao, salvo algún paso puntual y los ultimos metros donde hay que escalar para llegar al siguiente parabolt.

L5, 6b+, 50 m. Otro largo de placa que te hace apretar, pensar y pisar fino. Comienza superando un techito y navegando por la placa. Son relevos largos que te van exigiendo.


L6, 6c, 40 m. Largo clave de la vía, fino, difícil y obligado. Viendo como iba el tema, aqui le cedi el turno a Eduardo, que en estos largos de placa se movia como pez en el agua. Sobre placa vertical de presa pequeña hay que navegarlo y leerlo bien.

L7, 6a+, 50 m. A partir de aquí la vía cambia, mucho más asequible aunque hay que seguir escalando y a ser posible rápido. Los largos siguen teniendo parabolts, pero alejan. Si ya estas curtido de Taghia, ya no te parece difícil. Se pueden hacer varios largos sin mater nada más y asi ir más ligero.

Este largo me pareció agradable de escalar, con grandes alejes, pero sin pasarlo mal, el paso más apretón en los primeros metros.

L8, V+, 60 m. Comienza por un diedro y finaliza en placa, escalada agradable por la que avanzamos rápido.

L9, V+/6a, 55 m. Placa de roca compacta con canto y grandes alejes, aquí ya metemos algún friend en la parte final, por las dudas.

L10, V, 45 m. Escalada agradable entre placas, diedros y fisuras.

L11, 6a, 35 m. Un tramo de placa inicial y un tramo fácil y tumbado.

L12, IV, 30 m. Largo de transición por una repisa para montarse en una repisa superior en la que está la R

L13, V+/6a, 35 m. En este lago nos adentramos en el gran diedro por el que discurre la parte final de la vía, tras uno metros de placa hay un paso para cambiarse a la derecha y seguir por el diedro y fisuras con algo de autoprotección.

L14, 6a+, 50 m. Escalada en diedro y fisuras en autoprotección, seguir por la izquierda, de frente también se llega, pero te embarcas un poco. (los compis salieron por la derecha)

L15, 6a, 60 m. Este largo tiene 2 variantes, aunque la natural y después de casi 700 metros de escalada, lo que te pide el cuerpo es salir por la fácil, además de evidente, por lo que seguimos por la canal diedro hasta que salimos de la vertical.

La variante de 6b va a la izquierda, se ven unas chapas en una placa, pero no llaman mucho la atención.

Recogemos el material y sin entretenernos mucho empezamos el descenso, nos quedan todavia destrepes y mucho pateo, y las horas de luz son limitadas.

Sin subir a cima vamos cruzando hacia la derecha, enseguida empezamos a ver hitos, y aunque no es muy evidente, tampoco hay mucho donde elegir.

DESCENSO

Extraido de La noche del Loro

El descenso del Oujdad, también es el más delicado de los que conocimos. Destrepes pendientes de los hitos, con tramos con mucho ambiente que no permiten errores. La reseña marca un rapel en un árbol quemado, pero no es nada evidente. Hay que perder mucha altura y cuando intuimos que estamos cerca de la collada, cruzar como hacia ella, hay hitos pero hay que ir muy pendiente, aquí los pastores nos ayudaron mucho y nos indicaron donde estaba el rápel, ya que nosotros no lo hubiéramos localizado.

Hay un primer árbol seco, del que casi rapelamos, pero nos dieron una voz y nos invitaron a seguir bajando. Unos metros por debajo, caminando hacia el vacío, hay una repisa con una buena instalación de rápel de parabolts con anillas. Son unos 40 metros volados hasta la collada.


Desde aquí ya es mucho más fácil por una senda bien marcada que ladea y que finalmente pierde altura hacia el refugio bereber, donde enlazamos con la senda de la aproximación.

Si no se localiza este rápel, es posible seguir destrepando con mucho ambiente hacia la canal blanca. Es por donde habían accedido los pastores, pero debe ser bastante pesado y algo expo. Y el resto del descenso lo haríamos por la canal blanca.




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