La ruta aunque sencilla
técnicamente, todo el rato por pistas y senderos bien marcados, físicamente si
requiere de algo más de esfuerzo, ya que al final se ascienden 770 metros de
desnivel, con pequeños tramos de pendiente moderada.
Nosotros no tuvimos el día
perfecto para hacer esta ruta, con niebla durante prácticamente todo el
recorrido, que le dio un encanto especial a los bosques de robles y hayas. Y
tuvimos la suerte de que en la cima, superamos la niebla y disfrutamos de un
mar de nubes con las cimas de las montañas como el macizo de Ubiña o el
Brañacaballo en el horizonte completamente nevados.
COMO
LLEGAR
La ruta se inicia en la
localidad la Pola de Gordón. Se accede desde la N-630, desviándonos a la altura
del p.k. 111, en la localidad de Pola de Gordón, entrando en esta localidad,
tomaremos la carretera hacia Los Barrios de Gordón, cruzando por encima las
vías del tren León-Asturias, en una U que hace la carretera. Estamos en el
Barrio El Soto, y en la primera curva a la derecha hay un aparcamiento con una
señal de madera indicativa de la ruta.
DATOS TÉCNICOS
DISTANCIA: 10,4 Km.
DESNIVEL:
Positivo 770 m. Negativo 770
m.
HORARIOS: 4 h.
TRACK: Descárgate
aquí el TRACK
LA
RUTA
La ruta comienza por el
camino que hay justo detrás de la seña de madera, por
una zona de huertas, ruta señalizada como SLC-LE-39. El camino enseguida se
convierte en senda, y discurre paralela al Arroyo de los Barrios. Alguna marca
de pintura blanca y azul y algún hito nos
indica el camino.
Ascendemos un poco por una
zona de prados, por la senda bien marcada y que enlaza con un camino que nos
adentra en un robledal. Descendemos unos
metros por un camino hasta juntarnos con otro mucho más marcado, cerca de una
zona de recreo con mesas. Seguimos hacia la derecha y sin cruzar el arroyo de
la Gretosa, continuamos en ascenso suave por el camino entre robles.
En un punto señala un desvío
hacia la Cascada de Aguas Blancas, nosotros no nos metimos pensando que a la
vuelta pasaríamos por allí, pero no fue así.
Seguimos recto sin abandonar
el camino, que poco a poco va ganando
pendiente y pasa a ser senda. Al ganar altura el bosque cambia de Robledal a
Hayedo y cuanto más altos, con mayor pendiente.
La senda nos lleva sin
perdida. Al ganar altura vamos saliendo del bosque por una zona de prado y
mucha piedra caliza, y nos adentra de nuevo en otra pequeña zona boscosa para
salir definitivamente ya cerca de la cima, sin senda muy definida y con muchas
piedras de caliza.
En la cima se nos abre la
niebla y disfrutamos del mar de nubes y de las cumbres de la Cordillera. En un
día claro las vistas seguro que son espectaculares.
En la zona de la cima
podemos disfrutar también de unas antiguas trincheras y bunkers de la Guerra Civil.
Después de meternos por las estrechas galerías, iniciamos el descenso por el
cordal en dirección noreste, marcado con hitos. Enseguida aparece de nuevo una
marcada senda.
Descendemos por el mismo
tipo de terreno de la cumbre, poca o nada de vegetación y mucha caliza
fracturada. Nos adentramos ahora en un bosque mixto de Hayas, Pinos y Robles,
con mucha variedad de colores y zonas
sombrías tupidas de musgo. Una zona muy bonita.
Según perdemos altura
llegamos a un camino. En los cruces de camino siempre hacia la izquierda, si
nos fijamos siempre hay algo de señalización. Pasamos por el Alto de Monterrey
(1.194 m.) entre robles y pinos reforestados. En el segundo cruce de caminos continuamos
por el de la izquierda y tras cruzar por una zona desbrozada bajo una línea de
alta tensión, descendemos hacia el Arroyo de la Gretosa, entre pinos, cruzando
el cauce de este arroyo por encima de pequeñas piedras.
Nos juntamos con el camino
por el que iniciamos la ruta y volvemos sobre nuestros pasos.
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