Festivo local en Benavente y aprovechamos para pasar el finde escalando por Asturias, el sábado con intención de escalar en Morcín, se nos pone a llover y nos toca volver a los corrales y cruzar de nuevo a León, acabamos en Beberino. Cruzamos por la tarde de nuevo a Asturias con intención de escalar en Pelúgano (Pellüno) al día siguiente; por fin conozco esta mítica escuela asturiana de grado recio y buenas vías. Y el Lunes optamos por subir el puerto de San Isidro y escalar en el Pico Torres. Todo esto acompañado de las “jóvenes” promesas de la escalada Benaventana: Ruben y Miguel Alfonso. Bueno a Ruben ya se le ha pasado el arroz, pero Miguel Alfonso joven joven no es… pero lleva escalando solo 4 meses y viene pisando fuerte. Mucha motivación, buenas cualidades y muchas ganas de aprender.
Me
hacía especial ilusión, que aparte de conocer sitios nuevos para él, llevarle a
escalar una vía de clásica y el Torres además de escalada de aventura, tiene
algo especial, haces cima, entorno bonito, aproximación, descenso…. Lo que
viene a ser una actividad completa.
Me
quedan por conocer pocas vías del Torres, de las más conocidas solo me quedaba “Porriño”.
Era una vía perfecta para que Miguel se iniciara en estos lares y para que
Ruben se lanzara y alternáramos largos. Sobre el croquis se ve una vía
asequible y con la descripción de Adrados (una de las vías mejor equipadas de
la pared) parece que vamos a ir corriendo por la pared. Pero que va! La vía me
sorprendió, ya que ni es tan fácil como parece, ni es fácil de seguir y además
es una vía de autoprotección y grandes alejes. Lo que iba pensando según la
escalaba, es que esta vía no se la recomendaría a alguien que se quiera iniciar
en la escalada clásica, sino que hay que ir con los deberes ya hechos y
mentalidad de aventura.
Puede que el frio mañanero y la humedad, con presas mojadas en la parte baja de la pared, nos condicionara un poco. Los parabolts superoxidados, los clavos en un estado similar, lo difícil de localizar estos seguros en algunos tramos y el sonido a hueco de ciertas partes de la pared tampoco ayudan.
La vía es buena, en la tónica de las que he hecho en el Torres (Directísima, Abraxas, Guija y Ávalon) placas, fisuras, diedros y algún techito, con la particular roca cuarcita con un tacto arenoso que le da una adherencia sorprendentemente buena. Y aunque la vía no te saca directamente a cumbre, el poder hacer cumbre en una montaña de más de 2.000, es algo especial.
COMO
LLEGAR
Al
Picu Torres se accede desde el puerto de San Isidro, en la vertiente Asturiana
del mismo, muy cerca del límite de provincia entre León y Asturias, se puede
llegar por cualquiera de sus dos vertientes:
https://maps.app.goo.gl/hKjFyTvnq1rzNPnH8
Por
la Leonesa, desde Boñar en dirección norte por la LE-331, y tras bordear todo
el embalse del Porma, llegamos a la localidad de Puebla de Lillo, continuamos,
pasaremos Isoba, y la entrada a la E.I. de San Isidro, poco después está el
límite de provincia.
Por
la Asturiana en la salida 53 de la A-66, por la AS-112 dirección Moreda,
continuamos durante 17 Km hasta Cabanaquinta, donde la carretera pasa a ser la
AS-253. Continuamos por esta carretera, pasando por las localidades de Levinco,
Collanzo, Llanos, Pino, Felechosa, hasta el alto del puerto, después varias
curvas.
Aunque desde el mismo límite de provincias, en La Raya, se puede acceder al Torres, siendo lo más habitual, yo siempre he accedido desde La Braña, al tener algo más de desnivel, pero más corto en recorrido y con agua. Para ello, desde el límite de provincias, bajaremos hacia la vertiente asturiana 1,5 Km, hasta la Braña Torres, donde estacionaremos en un apartadero que hay en la carretera, junto al camino hormigonado que da acceso a las brañas.
APROXIMACIÓN
Accedemos a la Braña Torres por el camino hormigonado, aquí hay varias fuentes donde coger agua. Subimos por el camino hasta la parte alta de las Brañas. A la altura de la última construcción sale una senda ascendente con tendencia a la derecha, que nos lleva hasta una amplia pradera con una bañera/abrevadero para el ganado. Aquí ascenderemos por la pradera sin senda, pendientes para localizar en la parte más alta las mismas, por encima de un acebo, la entrada entre las escobas a otra senda, que actualmente está más limpia que hace años, y que se ve muy marcada. Entre escobas llegamos hasta otra pradera casi en la base de la Peña la Capilla, de la Sierra de Valverde.
Entre
prados y bloques de caliza nos adentramos en el valle de Torres, formado por un
pequeño arroyo que en la zona inferior se sume bajo tierra. Hay una senda
marcada con pintura roja, que por la parte derecha del arroyo, sin perdida, nos
lleva a una vega donde mana el arroyo, probablemente con ganado y desde donde
tenemos ya una esbelta visión del Torres por su vertiente este.
Desde
aquí ascenderemos por senda hasta la Collada de Valverde, desde donde podemos
ver el recorrido de la vía, localizando los puntos más característicos. El pie
de vía de nuestra vía es a la izquierda del marcado pilar adosado por el que
discurre la Directísima. En esta zona tendremos sombra a primera hora de la
mañana en los 2 primeros largos.
PICO
TORRES, PORRIÑO. MD inf 200 m. (V+)
Abierta
en el año 1998 por los escaladores Gallegos Jose Manuel Troncoso Antonio
Fernández y Julio Soler.
Algo equipada con parabolts y clavos, que actualmente se encuentran en un estado de oxidación importante, llegando a dudar de su aguante. Las reuniones salvo la R1 en un puente de roca, son todas de 2 parabolts.
Muy
buena vía, variada y con buena roca en general, con las dudas que generan el
sonido a hueco de algunas lajas, la tónica habitual del Torres. Placas de presa
pequeña, diedros, fisuras y techitos, de todo en esta vía en el que los pasos más
obligados se encuentran en el L2, el más exigente de la vía.
MATERIAL
UTILIZADO
2
Cuerdas de 60 m.
14
cintas (varias extensibles) + Reuniones
Juego
de friends hasta #2
Semáforo
de Alliens
Fisureros
El
pie de vía se sitúa a la izquierda del pilar adosado por el que discurre la
Directísima
L1, III (30 m.) Trepada fácil que con cuidado se puede hacer desencordado e incluso en zapatillas. La R1 está en la base del diedro, un buen puente de roca.
L2,
V+ (45 m.) Largo clave, fino y nada fácil, o al menos
con el frio y la humedad eso me pareció a mí. Un clavo nos indica que los
primeros metros son por el diedro, que se puede proteger algo más alto. El
parabolt en mitad de la placa nos insinúa que hay que salir del diedro y
escalar la compacta placa, pisando fino sobre presas pequeñas. Como he dicho
antes los parabolts están muy oxidados y no dan muy buen rollo para pegar un
vuelo sobre ellos. A este paso le dan “V” y claro piensas… joder con los “V’s”.
A partir de aquí floja un poco y nos empieza a dar el sol, que se agradece.
La escalada sigue siendo fina y hay que mirar bien por donde vas para no embarcarte, ya que los pocos seguros que hay no se ven fácilmente, están negros y se mimetizan con la roca.
El
muro graduado como V+ es en autoprotección, y te surgen muchas dudas si seguir
de frente o a la izquierda. Yo salí de frente y al subir unos metros ya vi otra
chapa muy a la izquierda, haciendo travesía por una pequeña vira.
En
la parte final la escalada es más sencilla, mnas evidente y hay más presa que
te permite tirar metros sin seguros. Van apareciendo clavos hasta que por fin
aparece la R.
R
medio colgada, de dos parabolts oxidados que no dan buen rollo. Piensas… nos
vamos a colgar los 3 de esta mierda… jejeje.. mejor no pensarlo mucho.
Por
fin les toca a los compis que se han quedado helados en la R1 a la sombra.
L3,
V (45 m.) Ruben le ha visto las orejas al lobo y
prefiere que tire yo, la verdad es que el L2 condiciona bastante, no ha sido ni
fácil ni evidente. Y este largo habíamos visto que pasaba por una zona empapada
que no sabíamos si la podríamos evitar. Por suerte la vía discurre justo por la
derecha de la zona empapada. El largo es bastante más fácil que el anterior,
pero aun así hay que tirar de autoprotección durante muchos metros, con alejes
importantes.
Comienza
por el diedro para superar el techito en recto, evitamos la zona mojada, una
placa lisa, por la derecha, por una zona fisurada, bailando y buscando lo más
evidente. Aquí no hay seguros fijos y puede ir por varios sitios, hay que
llevar mentalidad de aperturista, por lo evidente.
En
la parte final aparecen clavos, que si no llega a ser por viejos cordinos que
tienen lazados serían muy difíciles de localizar.
Recorremos
un diedro tumbado y salimos por el muro de la derecha. Aquí la roca adquiere
algo más de verticalidad y tiene ambientillo. Un parabolt y otro clavo nos
indica el camino a seguir, por la izquierda y en vertical.
Desde
el clavo ya vemos la R, con tendencia a la derecha.
L4,
V (50 m.) Comienza por una placa tumbada fisurada
fácil, con tendencia a la derecha y en dirección a los techos.
Los
techos se superan por su límite izquierdo, es una zona con muy buena presa, con
roca muy erosionada y formas poco habituales en cuarcita. Hacemos travesía a la
derecha, con mucho ambiente al hacerla por encima de los techos.
Desde aquí vemos muy a la derecha chapas de la Directísima, de momento no vamos hacia ellas. Seguimos escalando en diagonal por una placa fácil, hasta que vemos en lo alto, muy a la derecha, un parabolt. El parabolt que se ve es de la Directísima, yo monte la R en esa chapa solitaria, reforzando con friends. Luego vi que a su misma altura a la izquierda hay un nicho donde realmente está la R4, de 2 chapas.
L5,
IV+ (30 m.) Este largo es común con la Directísima, está
limpio de seguros y es una escalada fácil. Quizás tenga la peor roca de toda la
vía con lajas que hay que tantear y tirar de ellas con cuidado.
Iremos con tendencia a la izquierda a la parte más alta de la pared, allí han instalado una buena y nueva reunión rapelable de parabolts con cadena y anillas.
DESCENSO
Aunque
la vía es rapelable por la Directísima, sin duda mi recomendación es hacer cima
en el Pico Torres y bajar andando.
Para llegar a la cima nos queda un tramo de arista con algún pasito sencillo pero aéreo y un destrepe hasta llegar a la zona de prado que nos lleva a la vertiente norte y ya por senda ascender hasta la cima.
Allí nos enteramos del famoso apagón, que por supuesto a nosotros ni fu ni fa… que a gusto!
Fotos
de cumbre y bajamos por la senda por la que hemos llegado a la cima hasta la
amplia canal que desciende hacia el Este. Esta vez hicimos el descenso por la
ruta normal, por la arista, pero yo recomiendo hacerlo por la canal, más corto
y rápido.
La canal es ancha y muy pendiente, el terreno es arenoso y hay muchas trazas de senda. En la parte baja de la canal nos vamos saliendo hacia la derecha, para bajar al verde valle que circunda la Sierra de Valverde por el Este. Cogemos aquí la senda de la aproximación, que señalizada con marcas rojas nos baja de nuevo hasta la Braña Torres.
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