Como ya es habitual en los últimos años, y este ya es el 5º consecutivo, hemos aprovechado parte de las vacaciones para hacer barrancos. Esta vez han sido menos días, por lo que optamos por quedarnos cerca, entre León y Asturias. Aún así he realizado 6 barrancos en 4 días, y uno de esos días lloviendo sin parar, por lo que al final... ha estado muy bien!!
Además he realizado dos de los mejores barrancos que he hecho hasta le fecha, los dos en León y los dos dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, con lo que ello conlleva.
Esta vez empece las aventuras con Kike Sandín, y el segundo día ya me junté con mi habitual compañero para estas salidas... Juanjo.
Los barrancos realizados son:
Riega de la Peguera, en Caín (León)
Foz de Cobarcíl, en Corbacil (León)
Foz de Tolivia, Desfiladero de los Beyos (Asturias)
Pompedru, en La Molina (Asturias)
Ríu Carangres (Superior), en Carangres (Asturias)
Foz del Ríu Vallizón, en Sobrefoz (Asturias)
Y así ha sido nuestra aventura....El viernes 19, nos trasladamos Kike y yo, hasta Caín (León), donde se encontraban otro buen grupo de amigos, entre ellos Juanjo, que iban a realizar una ruta BTT por la zona y donde pernoctamos con la furgo.
El Sábado a las 6:00 nos levantaos y sobre las 6:30 comenzamos (de noche) la larga y dura aproximación de la Riega de la Peguera, un magnifico barranco escavado en el Macizo Central de los Picos de Europa, con 27 rápeles. Una dura actividad de más de 8 horas.
Desde aquí, ya con Juanjo, nos fuimos a pasar la noche a Oseja de Sajambre (León), para realizar el Domingo por la mañana la Foz de Cobarcil, un barranco muy acuático y encajado sobre el río Sella. De los más comprometidos y técnicos de los que he hecho hasta la fecha y que tenía muchas ganas de hacer, también dentro del Parque Nacional de Picos de Europa.
Por la tarde, y muy cerca de este, realizamos la Foz de Tolivia, un barranco que ya conocí hace 5 años, pero que quería que conociese Juanjo, ya que pienso que es un de los buenos barrancos que hay en la zona del Desfiladero de los Beyos, con una larga aproximación, pero encajado y con un precioso rápel final, y con un retorno diferente y atractivo sobre el Riu Mohizu y el Sella.
Y con la incertidumbre del tiempo que anunciaba lluvías fuertes para el día siguiente y tras reponer fuerzas con una buena Fabada pernoctamos en la localidad de Sellañu. Teníamos intención de hacer barrancos cortos y acuáticos, realizando los tramos inferiores de los Canalizos y la Foz del Ríu Grande, en la localidad de La Canal. Pero tras leer detenidamente los reseñas y ver insitu los accesos a estos barrancos, comprobamos que no son muy apropiados para ir con la furgo, al ser por estrechas pistas de hormigón y tierra, por lo que no nos la jugamos, y tras comenzar a llover con fuerza nos trasladamos hasta Arenas de Cabrales.
Pese a que no paraba de llover, a veces con mucha fuerza, esa misma mañana y tras un breve parón de la lluvia, intentamos hacer otro corto y acuático barranco, la Hoz de Mildón, en Mildón. Nos pertrechamos bajo una lluvia fina y comenzó otra vez a llover con fuerza, aún así lo intentamos, pero la aproximación estaba muy cerrada por las zarzas y peligrosa, por lo que nos hizo rendirnos ante lo que parecía un día en blanco, ya que no paraba de llover y la precipitación acumulada ya era considerable.
Así que nos fuimos para Arenas de Cabrales a conocer muchos de sus Bares.. jejje...
A las 16:00 y ya aburridos de tanta lluvia, decidimos hacer otro barranco que ya conocíamos, muy acuático y encajado, pero era la única opción factible que teníamos de hacer algo ese día...el Pompedru, un muy buen y pequeño barranco con un aproximación y retorno rápido. Y acertamos de pleno, por que aunque bajaba más fuerte de lo habitual con algún dossagre que no conocíamos y con un estrecho pasillo con un sifón por el que habíamos pasado en la otra ocasión y que esta vez estaba completamente tapado, los disfrutamos de lo lindo y al menos no perdimos el día en los bares.
Esa noche la pasamos en Cangas de Onís, lloviendo sin parar...
A la mañana siguiente decidimos probar suerte con un barranco que habitualmente estaría completamente seco en esta época, pero que pensamos que con las lluvías de la noche anterior podría estar factible, El Ríu Carangres, excavado sobre cuarcita, y que aunque llevaba algo de agua, decidimos no hacer el descenso integral, y dejarlo para una ocasión mejor (con mas agua) ya que es una actividad para todo el día con un descenso de 7 horas y un largo retorno por carretera si no dispones de 2 vehículos. Por lo que hicimos su tramo superior, con un par de bonitos rápeles, un divertido tobogán y unas buenas marmitas para estar excavado sobre dura cuarcita.
Y para rematar y buscando una opción que tuviera agua seguro, decidimos hacer la Foz de la Porquera, una garganta sin rápeles, pero acuática y muy encajada a la que vierte sus aguas la Foz del Ríu Vallizón, uno de los primeros barrancos que realizamos Juanjo y yo hace ya cerca de 8 años, y que también tenía ganas de repetir al ser también de los mejores barrancos que he hecho. Y cual fue nuestra grata sorpresa que al pasar por encima del cauce del Rio Vallizón comprobamos que bajaba con una cantidad aceptable de agua, cuando pensábamos que iba a estar completamente seco, por lo que cambiamos de opción realizando este divertido y espectacular descenso, con marmitas trampa, saltos y un ultimo rápel fraccionado hasta la Foz de la Porquera que no defrauda nunca.
Y esta ha sido nuestra "semana" barranquera de este año, que aunque más corta de lo habitual, la hemos aprovechado todo lo que hemos podido.
En próximas entradas os contaré con mas detenimiento y con más información cada descenso.
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