Travesía realizada dentro
del calendario de actividades del Club Montañero Benaventano, en el Parque
Natural de Somiedo, entre las localidades Asturianas de El Puerto y La Peral,
ascendiendo al Cornón (2.188 m.)
DATOS TÉCNICOS
DIFICULTAD: FUERTE
DESNIVEL:
Positivo 800 m. Negativo 900
m.
HORARIOS: 6 h 30 min (con
paradas).
TRACK: Descárgate
aquí el TRACK
COMO
LLEGAR
Desde Benavente el acceso al
Puerto de Somiedo lo hicimos por la AP-66 hasta la Salida de Caldas de Luna.
Aquí tomaremos la CL-626 dirección Villablino hasta Piedrafita de Babia, donde
nos desviaremos a la derecha en el cruce con la LE-495, en dirección Somiedo.
En el alto del puerto, ya en
Asturias, se encuentra la localidad de El Puerto (Santa Maria), donde nos dejó
el autobús.
LA
RUTA
En esta ocasión pudimos
disfrutar de un perfecto día de montaña, parajes espectaculares, con un día
despejado y una temperatura idónea para andar. unos 45 montañeros afrontaron
esta ascensión, en la que los encargados no teníamos muy claro que pudiéramos llegar
a la cima. La nieve acumulada este invierno nos hacía tener muchas dudas sobre
si sería posible, sin correr riesgos innecesarios, ascender a la cima de El
Cornón, con su última pala de nieve con una inclinación moderada, y que si la nieve
no hubiera estado en buenas condiciones, no hubiéramos podido ascender.
Pero todo salió perfecto y
los asistentes disfrutaron de la ascensión. Un muy buen grupo, que cada vez nos
sorprenden más, bien preparados y con un muy buen ritmo de ruta.
Iniciamos la travesía en el
pueblo somedano de Sta. María del Puerto. Este lugar es uno de los pocos que
quedan donde todavía viven los míticos “vaqueiros de alzada” o comunidad de
ganaderos que utilizan la trashumancia.
Remontamos el camino
ganadero del río Bayo, rodeados de verdes praderas, para llegar al valle de
Veiga Cimera y ascender por un sendero entre escobas hasta la collada de la Paradina.
Desde donde contemplamos a la derecha la espectacular Peña Penouta y a la
izquierda las crestas del Picu Prefustes. A partir de este punto comenzamos a
pisar nieve, cruzando neveros y tramos de monte bajo.
Atravesamos por el collado
“Boquete Almozarra” y después de una ligera bajada entre las bocas de varias
simas y sumideros, la senda llega a las Mozarras, altiplano en esta ocasión
tapado por algo más de un metro de nieve.
Continuamos la marcha
alcanzamos el alto de Los Pollos y, bordeando el pico del Aspia (2179 m), llegamos
hasta la base de nuestro objetivo. Desde aquí
ascendimos por la conocida “escalera del Cornón”, en la cara sur de la
montaña, por un estrecho sendero, a veces tapado por la nieve, pero con la
suerte de que en la zona más pindia se encontraba al descubierto, lo que
facilitó que el grupo llegara hasta la cumbre.
Desde esta solitaria atalaya, disfrutamos de una espléndida vista de la Cordillera
Cantábrica, desde las Ubiñas en Babia hasta el pico Miravalles, en los Ancares.
El descenso, gracias a la
nieve, fue rápido y cómodo. Con precaución al principio descendimos las
pendientes de nieve primavera, que hacían más seguro el descenso, al permitir
abrir una huella más profunda. Más o menos por el mismo camino del ascenso
llegamos al Alto del Barroso, para desviarnos a la izquierda hacia el valle del
río Trabancos. Sin llegar a cruzarlo descendimos por las palas de nieve,
disfrutando de varias cascadas y saltos de agua formados este rio, que en todo
este tramos discurría bajo la nieve, aflorando solo en estas cascadas.
Unos metros más abajo la nieve
desapareció y la senda se perdía entre los brezos y el monte bajo. Descendimos
a los prados de este precioso valle, cruzando en 2 ocasiones el cauce.
Pasamos por las Vegas de
Abaxu, una pradera donde el rio forma unos marcados meandros y donde el rio se
precipita entre cascadas.
Aunque aquí lo más bonito hubiera
haber seguido la senda que discurre por la ladera norte de la Peña Penouta y
que se adentra en un precioso Hayedo, se trata de una Zona de Uso Restringido Especial
del P.N. de Somiedo. Y tras consultar en la Casa del Parque nos indicaron que
en esa zona estaba prohibido el acceso.
Para evitar este Hayedo, y
también evitar el tener que cruzar el cauce del Rio Trabanco, que podría ser
complicado por el deshielo, tuvimos que cruzar por una zona de grandes urces,
donde la senda poco transitada se pierde, una zona incomoda, ascendiendo hasta
una zona de prados del otro lado del valle.
Poco después la senda y entre prados llegamos a un camino
hormigonado en algunos tramos, que ya sin perdida nos llevó a la preciosa
localidad de La Peral, con varios Teitos y unas vistas espectaculares hacia la Peña
Penouta, donde nos estaba esperando el autobús
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