Pese a no ser la más alta,
parece que domina sobre las demás cimas de la comarca de Cistierna, siempre
visible desde gran parte de esta comarca. Se puede ascender por varios sitios,
desde Aleje por el cordal sur, desde Ocejo de la Peña por su vertiente sureste,
o incluso escalando alguna de sus dos vías que recorren su vertical vertiente
este y que te llevan directamente a su cima principal, “El Espolon Canales” y
“The Road to Hell”.
Nosotros la ascendimos desde
Ocejo de la Peña, y aunque no es una ruta circular, si se puede ascender y
descender por diferentes sitios, variando las vistas y paisajes.
COMO
LLEGAR
Acceso por la N-621 hasta
Cistierna, pasamos Cistierna por la Circunvalación y unos metros más adelante
del cruce para desviarnos a Sabero, en el P.k. 65,5 está a la derecha
la carretera que nos lleva a Ocejo de la Peña.
Pasamos primeramente un
estrecho túnel a la altura de Santa Olaja de la Varga, y posteriormente
el desfiladero del Duerna, donde se encuentra la Garganta de los Suplicios, y
en 5 Km desde el cruce llegamos a Ocejo de la Peña.
Antes de llegar a Ocejo de
la Peña tras cruzar por segunda vez el cauce del Arroyo de la Duerna, sale a la
izquierda una pista hormigonada que asciende directamente a la parte alta de
Ocejo de la Peña, y donde se encuentran las mejores zonas de aparcamiento,
junto al cementerio. Aquí hay espacio para 4 vehículos.
Otra opción es continuar por
la carretera y llegar a la parte baja de la pequeña localidad de Ocejo de la
Peña. Llegamos al final de la carretera y nos encontramos con otra zona de
aparcamiento junto a la fuente. Desde aquí también se puede subir a la zona de
aparcamiento junto al cementerio por las estrechas y empinadas calles de Ocejo.
DATOS TÉCNICOS
DIFICULTAD: MEDIA (ALTA a la cima principal)
DISTANCIA: 7 Km aprox.
Positivo 700 m.
Negativo 700 m.
HORARIOS: 3h-4h
TRACK: Descárgate
aquí el TRACK
LA
RUTA
Hay varias opciones, y todas
empiezan en la parte alta del pueblo, junto al cementerio:
Desde el Cementerio de Ocejo
sale una pista que asciende hacia el Pico Moro, a los pocos metros en la
primera curva cerrada a la izquierda, junto a un banco de madera, sale una
senda a la derecha:
Si continuamos por la pista,
nos adentramos en un valle paralelo al del Arroyo del Pico Moro, en dirección a
el “Prado los Casados”. En la primera curva a la izquierda, podemos
salirnos de la pista y ascender entre prados y sendas de ganado hasta cruzarnos
de nuevo con el camino, o continuar por el camino que unos metros más arriba se
bifurca, siguiendo por el menos marcado a la derecha y con el que nos
cruzaremos si salimos por los prados. El camino en la parte alta esta como
empedrado y va en dirección a las paredes de caliza que se van estrechando. Esta
puede ser una buena opción para hacer el descenso.
Y aunque a nosotros la ruta nos la condicionó y marcó principalmente el ganado, para evitar cruzarnos con él y con los mastines que lo cuidan, para mí es más recomendable esta otra.
Si a la altura del banco de
madera nos desviamos a la derecha, justo por encima del banco, sale una senda
(no el camino más marcado) que nos lleva hasta los restos de las bases de 2
torretas de hormigón. Subiendo por esta senda tendremos a nuestra derecha en el
fondo del valle el Arroyo del Pico Moro. Subimos hasta las torretas y
posteriormente, entre prados y sendas poco marcadas, por el camino más evidente,
nos asomaremos a un mirador hacia una cascada de unos 30 m. que forma el
arroyo, y que se desciende en barranquismo “El Barranco del Pico Moro”.
Desde aquí continuamos
ascendiendo sin una senda definida, por los prados hasta cruzarnos con el
camino empedrado, ya cerca de las paredes.
Una vez en el camino lo
seguimos hacia la derecha para llegar a la cabecera del barranco, y uno metros más
adelante, continuando por el camino llegamos unas amplias praderas, en las que
será habitual que haya ganado (cabras, ovejas, vacas y/o caballos), acompañados
por mastines, con los que tendremos que tener cuidado si vamos acompañados de
nuestros amigos perrunos.
Como he dicho antes a
nosotros la ruta nos las marcaron principalmente los mastines, que aunque no
son peligrosos, están haciendo su trabajo y otro perro puede que no sea
bienvenido. Por lo que optamos por no cruzarnos con el ganado y salirnos por el
camino que sale desde las praderas hacia nuestra izquierda, al principio poco
marcado, pero visible sin problema desde abajo.
Cual fue nuestra sorpresa
que en el otro valle también había
cabras, pero bueno, continuamos ascendiendo por el cordalillo entre prados sin
senda marcada, con la mirada atenta de 3 mastines que se limitaron a cuidar el
ganado.
Llegamos así hasta la
antecima que nos separa del Pico Moro, por un terreno más pedregoso. Bajamos al
Collado Genciana (1.658 m.) e iniciamos la que es la parte más técnica y
difícil de la ruta.
Lorena prefirió no pasar mal
rato, y nos esperó en la collada. Pero Yul prefirió acompañarme. La senda está
bien marcada y además hay unas pequeñas señales de metal de color blanco y rojo,
que nos guían sin perdida. La senda tiene alguna trepadilla fácil en la que
tendremos que utilizar las manos, más fácil de subir que de bajar. Y nos lleva
directamente a la cima secundaria del Pico Moro (1.782 m.) con una antena metálica
roja y blanca y una pequeña cruz de hierro. Desde aquí tenemos unas muy buenas
vistas de Peñacorada, Peña Rionda, el Pico
Cerroso, el valle del Esla, el Valle de Sabero, Mampodre y otras muchas cimas
de la Cordillera.
Pero no, esta no es la cima
del Pico Moro, si miramos hacia el noreste, veremos una arista rocosa, detrás
de una collada, ese si es el Pico Moro. Este corto trayecto, es con diferencia,
lo más difícil de la ruta, y no es apto para todo el mundo.
Primero destrepamos hasta la
collada y comenzamos a trepar, de momento asequible, incluso para Yul. Nos
cambiamos de la vertiente este a la oeste por una repisa estrecha de roca, pegados
a la pared, otra fácil trepada y nos situamos al principio de una corta pero afilada
y aérea arista de roca. Para Yul este paso ya era muy expuesto y se quedó
disfrutando del paisaje.
Esta arista tiene mucho
patio, unos 200 m. hacia el este y cerca de 100 hacia el oeste y nos lleva a la
cima del Pico Moro 1.801m., coronado por otra cruz de hierro.
Para el descenso, tenemos
que volver hasta la cima secundaria, por el mismo camino, arista, trepadas y
destrepes. Y descendemos por la marcada senda por la que subimos. Después de lo
anterior ya todo parece fácil.
Desde el Collado Genciana
seguimos por la senda bajo las paredes este del Pico Moro, por donde discurren
las vías de escalada. Esta senda nos baja a las praderas, pasando por un fuente/abrevadero,
y por el fondo del valle, de donde surge el Arroyo del Pico Moro.
Llegamos al camino de la
aproximación. Para llegar a Ocejo tenemos las 2 opciones que describí en el
inicio, nosotros de nuevo por el ganado y los mastines, nos tiramos por la
senda del ascenso para evitar un rebaño de ovejas. Yul con tanta trepada y
destrepe, ya no estaba para muchas emociones fuertes.. jeje…
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